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Sabbath Bible Lessons

Preparándonos Juntos para la Eternidad

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Prefacio

Hay un antiguo dicho que reza: “Ningún hombre es una isla.” Puesto que toda persona nacida en este mundo es un ser distinto, diferente a cualquier otro, dependemos de los demás más de lo que comprendemos. Cuando observas detenidamente tus huellas digitales y las palmas de tus manos, ves grabados allí espirales específicos, líneas y diseños únicamente tuyos. Al contemplar el arte de aquel maravilloso Creador que formó cada ser humano a su propia semejanza, se nos recuerda que ésta misma mano fue creada también para asir muchas otras manos en el calor del progreso, amistad y amor. “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra,… da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra” (Hechos 17:24-26).

Así como la primera tabla de piedra de los Diez Mandamientos enseña nuestra relación “vertical” para con Dios, la segunda tabla revela nuestro deber hacia las relaciones “horizontales” con nuestros semejantes. Estas relaciones “horizontales” pueden ser ilustradas de la siguiente manera: “Arrojad una piedrecita al lago, y se formará una onda y otra y otra, y a medida que crecen éstas, el círculo se agranda hasta que llega a la costa misma. Lo mismo ocurre con nuestra influencia. Más allá del alcance de nuestro conocimiento o dominio, obra en otros como una bendición o una maldición” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 275).

Como un Movimiento de Reforma que procura la restauración del carácter para alcanzar plena armonía con la voluntad de Dios, nuestro deseo es ascender más alto tanto en el sentido vertical como en el horizontal, los cuales están entrelazados de muchas formas. Por esta razón, durante este trimestre estudiaremos sobre cómo podemos ayudarnos unos a otros a prepararnos para la eternidad. “Somos hebras en la gran trama de la humanidad y, como tales, estamos relacionados los unos con los otros. Nuestra vida deja sobre las mentes de otros impresiones que tendrán consecuencias eternas. Los ángeles toman nota de nuestras acciones, de nuestras palabras, del espíritu con el cual actuamos” (Alza tus Ojos, pág. 57).

Este trimestre está diseñado en orden cronológico pues toca las variadas relaciones humanas que uno puede encontrarse en la vida. Iniciando con la creación y el nacimiento, pasa por la infancia, la juventud, y la vida adulta, discutiendo las variadas relaciones interpersonales que encontramos usualmente. La culminación es nuestro gran deber ante el mundo para brillar como testigos de Cristo que viven en los últimos días de la historia de esta tierra. Que el Señor guíe y nos fortalezca en el estudio de estas lecciones. ¡Que podamos ser fortificados para llegar a ser un pueblo más semejante a Cristo en una esfera más amplia de influencia, para que su nombre pueda ser verdaderamente glorificado en nosotros!

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