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Sabbath Bible Lessons

La Vocación del Cristiano

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Lección 6 Sábado, 9 de febrero de 2008

Un Alto Ideal

“Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13, 14).

“Al postrarse con fe junto a la cruz, [el pecador] alcanza el más alto lugar que pueda alcanzar el hombre.” –Los Hechos de los Apóstoles, pág. 171.

Lectura adicional:   La Educación, págs. 255–264. 

Domingo 3 de febrero

1. RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL

a. ¿Por qué sabemos que cada uno de nosotros tiene una parte importante en el gran plan de Dios? Marcos 13:34. ¿Qué responsabilidad implica esto? Marcos 13:35–37.

“Cristo confía ‘sus bienes’ a sus siervos: Algo que puedan usar para Él. Da ‘a cada uno su obra’. Cada uno tiene su lugar en el plan eterno del Cielo. Cada uno ha de trabajar en cooperación con Cristo para la salvación de las almas. Tan ciertamente como hay un lugar preparado para nosotros en las mansiones celestiales, hay un lugar designado en la tierra donde hemos de trabajar para Dios.” –Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 262.

b. ¿Qué cosa es verdadera en todo ser humano, ya sea que lo comprendamos o no? Job 37:7.

“Dios no ha dado talentos solamente a unos pocos escogidos, sino que a cada uno ha asignado algún don peculiar para ser usado en su servicio. Muchos a quienes el Señor ha dado preciosos talentos se han negado a emplearlos para el avance del reino de Dios; no obstante, son responsables delante de Dios por el uso de sus dones. Todos, ya sea que sirvan a Dios o a sí mismos, son poseedores de algún talento, cuyo uso apropiado producirá gloria para Dios y cuyo uso corrompido defraudará al Dador.” –Nuestra Elevada Vocación, pág. 291.


Lunes 4 de febrero

2. VIDA PLENA

a. Como seguidores de Jesús, ¿cómo debemos tomar nuestra cruz todos los días? Mateo 10:38, 39; 16:25.

“Debemos dar a Dios todo lo que hay en nosotros; y al darnos a Dios, ¿consideraremos que hemos sufrido una gran pérdida? –No, porque dándole a Él nuestros talentos, estamos duplicándolos.” –Nuestra Elevada Vocación, pág. 20.

“El Señor ha dado al hombre la capacidad de perfeccionarse continuamente, y le ha concedido toda ayuda posible en la obra. A través de las provisiones de la gracia divina, podemos alcanzar poco menos que la excelencia de los ángeles.” –Ídem., pág. 220.

b. ¿Cómo deberíamos responder al Dador de toda buena dádiva? Salmo 116:12–14.

“No es la cantidad confiada o su perfeccionamiento lo que brinda a los hombres la aprobación del Cielo, sino la fidelidad, la lealtad a Dios, el prestar un servicio de amor, que resulta en la bendición divina: ‘Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’ (Mateo 25:23). Esta recompensa de gozo no espera hasta nuestra entrada en la ciudad de Dios, sino que el siervo fiel goza anticipadamente de ella aun en esta vida.” –Nuestra Elevada Vocación, pág. 291.

c. ¿Qué importante principio debería ser la base de nuestra experiencia cristiana? Filipenses 2:4.

“Dios ha dado a todos algo que hacer. Los que están dispuestos a trabajar abnegada y sacrificadamente encontrarán su lugar. Pero los que solamente buscan un lugar seguro y cómodo necesitan ser convertidos. Mientras sus corazones no sean renovados y cambiados sus propósitos, Dios no los necesitará en su obra. Mediante una consagración sin reservas somos preparados para su servicio. Nuestros ministros no deben revolotear sobre las iglesias, considerando a las iglesias de algún determinado lugar como merecedoras de su cuidado especial. Y nuestras iglesias no deben sentirse celosas y abandonadas si no reciben la labor ministerial. Deberían llevar por sí mismas la carga, y trabajar más fervientemente por las almas. Los creyentes deben tener raíces propias, afirmadas en Cristo, a fin de que puedan llevar frutos para su gloria. En forma unánime, deben esforzarse por lograr un objetivo –la salvación de las almas.” –Australasian Union Conference Record, 1º de agosto de 1902.


Martes 5 de febrero

3. HACIA ADELANTE Y HACIA ARRIBA

a. ¿Qué plan deberíamos adoptar para el avance de la obra de Dios? Juan 9:4; Filipenses 3:13, 14.

“Dios espera que hombres y mujeres tengan conciencia del alcance de sus responsabilidades. Espera que ellos se unan a Él. Hagamos que se noten las señales de avance, y ya no seamos perezosos en realizar la voluntad del Señor.

“¿Comprendemos cuántos en el mundo observan nuestros movimientos? De los lugares donde menos esperamos surgirán voces apremiándonos para hacer la obra de dar al mundo el último mensaje de misericordia. ¡Ministros y pueblo, despiértense! Sean rápidos en reconocer y valerse de toda oportunidad y ventaja ofrecidas en el giro de la rueda de la providencia.” –Australasian Union Conference Record, 1º de agosto de 1902.

b. ¿Qué deberíamos comprender sobre el carácter sagrado de nuestra profesión? Efesios 5:8–13.

“Nada simulado debe haber en la vida de los que tienen que proclamar un mensaje tan solemne y sagrado. Enterado el mundo de la profesión de fe y altas normas de los adventistas del séptimo día, los está vigilando, y si comprueba que su vida no se amolda a su profesión de fe, los señala con desprecio.

“Los que aman a Jesús pondrán su vida entera en armonía con la voluntad de Él. Se pusieron del lado del Señor, y debe existir un vívido contraste entre su vida y la de los mundanos. El tentador se les acercará con halagos y tentaciones, diciéndoles: ‘Todo esto te daré, si postrado me adorares’ (Mateo 4:9). Pero saben que nada bueno tiene para ofrecerles y rehúsan ceder a sus tentaciones. La gracia de Dios los capacita para mantener intactos sus principios. Ángeles santos están a su lado, y revelan a Cristo por su firme adhesión a la verdad. Son los milicianos de Cristo y, como buenos testigos, hablan con fuerza y firmeza en favor de la verdad. Demuestran cuán real es la potencia espiritual que hace a hombres y mujeres capaces de no sacrificar nada de la justicia y de la verdad, por mucho que el mundo quiera ofrecerles a cambio. El Cielo honrará a tales cristianos, porque conformaron su vida a la voluntad de Dios, sin fijarse en los sacrificios que les tocaba hacer.” –Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 292.


Miércoles 6 de febrero

4. ¿QUÉ HAREMOS?

a. ¿Qué deberíamos considerar primero al iniciar o cambiar la obra a la cual nos dedicamos? 1 Corintios 3:13; 10:24.

“Deberíamos pesar cuidadosamente los asuntos relativos a la obra en que nos ocupamos. ¿Resultará esta obra una bendición para las almas? Dios no nos ha dado trabajo simplemente para mantenernos ocupados, sino para la gloria de su nombre. Muchos están activamente ocupados en reunir madera, heno y rastrojo. Pero esto será completamente consumido. . . .

“Por indicación de Dios cada hombre tiene su puesto de trabajo. Una obra de escudriñamiento piadoso y cuidadoso a ser hecha es: ¿Qué deber se nos asigna individualmente, como hombres y mujeres bajo la obligación de rendir cuentas a Dios? Y sea que nuestra labor esté completamente limitada a las cosas espirituales, o a las temporales y espirituales en forma combinada, debemos cumplir fielmente nuestra obra. . . . El hombre debe recordar que Dios es el propietario de todo, y que su trabajo está investido con una santidad que él no poseía antes de alistarse en el ejército del Señor. Cada acción debe ser una acción consagrada, porque la misma ocupa el talento del tiempo confiado por Dios.” –Nuestra Elevada Vocación, pág. 222.

b. Cualquiera sea nuestra ocupación, ¿qué actitud nos enseña Cristo? Mateo 20:27, 28; Lucas 22:27.

“Más de un hombre cuyos talentos se adaptan a una profesión, tiene ambición por iniciarse en otra; y el que hubiera tenido éxito como agricultor, artesano o enfermero, ocupa inadecuadamente el puesto de ministro, abogado o médico. Hay otros que debieran haber ocupado un puesto de responsabilidad, pero por falta de energía, aplicación o perseverancia, se contentan con un puesto más fácil.

“Es necesario que sigamos más estrictamente el plan de vida de Dios. Esmerarnos en hacer el trabajo que tenemos más a mano, encomendar nuestros caminos a Dios y estar atentos a las indicaciones de su providencia, son reglas que aseguran una buena dirección en la elección de una ocupación.

“El que descendió del cielo para ser nuestro ejemplo pasó casi treinta años de su vida dedicado al trabajo manual común, pero durante ese tiempo estudió la Palabra y las obras de Dios, y ayudó y enseñó a todos los que estaban al alcance de su influencia. Cuando empezó su ministerio público, anduvo sanando a los enfermos, consolando a los tristes, y predicando el Evangelio a los pobres. Esta es la obra de todos sus seguidores.” –La Educación, págs. 260.


Jueves 7 de febrero

5. AYUDA DESDE LO ALTO

a. ¿Qué se espera de cada soldado en el ejército del Señor? 1 Pedro 2: 21–23; Colosenses 2:10; 3:10.

“No debemos andar según nuestras propias ideas, y presentar ante los demás a través de nuestro ejemplo una norma humana para que ellos la sigan; sino que debemos seguir en los pasos de Cristo, y hacer sendas rectas para nuestros pies, para que el cojo no salga del camino. Debemos guardar los mandamientos y vivir.” –The Review and Herald, 12 de julio de 1892.

“A través del sacrificio de Cristo, los seres humanos pueden alcanzar el alto ideal presentado ante ellos, y oír finalmente las palabras: ‘Vosotros estáis completos en Él’ (Colosenses 2:10).” –Nuestra Elevada Vocación, pág. 366.

b. ¿Qué fue capaz de declarar sinceramente el salmista con respecto a la sabiduría que había obtenido, y por qué? Salmo 119:99. ¿Qué clase de educación destacó Pablo? Efesios 1:3–6.

“La enseñanza del hombre puede ser considerada suprema, pero no es esta educación superior la que puede llevar con él al reino de los cielos. Los hombres sabios del mundo, a pesar de todos sus estudios intelectuales, no conocen la verdad tal como es en Jesús. En su epístola a los Efesios, Pablo crea una visión de la clase de educación que estas supuestas estrellas intelectuales no tienen. [Se cita Efesios 1:3–6.]

“El verdadero creyente puede alcanzar estas alturas divinas. Todo aquel que lo desee puede ver el misterio de la piedad. Pero solamente a través de una correcta comprensión de la misión de Cristo y de su obra es que la posibilidad de ser completos en Él, aceptos en el Amado, nos es puesta a nuestro alcance. Su largo brazo humano rodea a la familia humana; su brazo divino se aferra del trono del Infinito, a fin de que el hombre pueda obtener el beneficio del infinito sacrificio hecho en su favor.” –The Review and Herald, 18 de julio de 1899.


Viernes 8 de febrero

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL

1. Dentro de nuestra esfera individual, ¿qué trabajo nos ha sido asignado?

2. ¿Por qué el mundo se sorprende grandemente al oír la idea de Cristo acerca del potencial humano?

3. ¿Por qué el mundo todavía no ha sido iluminado por el triple mensaje angélico?

4. ¿Qué pautas son dadas para determinar nuestro lugar en la viña de Dios?

5. Describa el alto ideal propuesto ante nosotros.

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