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Sabbath Bible Lessons

“En sus bocas no fue hallada mentira”

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Lección 3 Sábado, 20 de octubre de 2007

Influencia por Medio del habla

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29).

“Los resultados más importantes para el bien o para el mal son la consecuencia de vuestras palabras y acciones.” –Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 427.

Lectura adicional:   Consejos para los Maestros, Padres y Alumnos, págs. 226, 227. 
  La Voz: Su Educación y Uso Correcto, págs. 55–66. 

Domingo 14 de octubre

1. ¿QUIÉN TIENE EL CONTROL?

a. ¿Qué clara evidencia demuestra quién controla nuestra vida? Mateo 6:24; 12:35.

“Ud. nunca podrá ser demasiado cuidadoso con lo que dice, porque las palabras que pronuncia ponen de manifiesto qué poder está controlando su mente y su corazón. Si Cristo gobierna su corazón, sus palabras manifestarán la pureza, la belleza y la fragancia de un carácter modelado y conformado según su voluntad. Pero desde que cayó, Satanás ha sido acusador de los hermanos, y Ud. debe ponerse en guardia, no sea que manifieste ese mismo espíritu.” –Mente, Carácter y Personalidad, tomo 2, pág. 602.

b. ¿Cuál es la relación entre nuestros pensamientos, palabras y carácter? Proverbios 23:7 (primera parte); Mateo 12:34.

“Las palabras son un indicio de lo que hay en el corazón. ‘Porque de la abundancia del corazón habla la boca’ (Mateo 12:34). Pero las palabras son más que un indicio del carácter; tienen poder para reaccionar sobre el carácter. Los hombres sienten la influencia de sus propias palabras. Con frecuencia, bajo un impulso momentáneo, provocado por Satanás, expresan celos o malas sospechas, dicen algo que no creen en realidad; pero la expresión reacciona sobre los pensamientos. Son engañados por sus palabras, y llegan a creer como verdad lo que dijeron a instigación de Satanás. Habiendo expresado una vez una opinión o decisión, son, con frecuencia, demasiado orgullosos para retractarse, y tratan de demostrar que tienen razón, hasta que llegan a creer que realmente la tienen.” –El Deseado de Todas las Gentes, pág. 290.


Lunes 15 de octubre

2. INFLUENCIANDOA OTROS

a. ¿Qué influencia estamos ejerciendo sobre otros? 1 Pedro 2:11, 12; 3:9.

“Día a día estamos sembrando semillas para la cosecha futura. No podemos ser demasiado cuidadosos con la semilla que sembramos mediante nuestras palabras. A menudo, las palabras se pronuncian descuidadamente y se olvidan; pero estas palabras para el bien o para el mal, producirán una cosecha. Sembrad una palabra sin bondad, y dura; y esta semilla, encontrando suelo fértil en la mente de los oyentes, brotará y llevará fruto según su especie. Sembrad una semilla mediante palabras amantes, gentiles y cristianas, y producirán una rica recompensa. Cuidémonos, para que no hablemos palabras que no son una bendición, sino una maldición. Si sembramos trigo cosecharemos trigo; si sembramos cizaña cosecharemos cizaña; y la cosecha, sea de trigo o de cizaña, será segura y abundante.” –Nuestra Elevada Vocación, pág. 296.

b. ¿Cuál es el argumento más poderoso en favor del cristianismo? Efesios 4:29.

“La vida, las obras y el comportamiento son el argumento más poderoso y solemne para los negligentes, irreverentes y escépticos. Sean la vida y el carácter un enérgico argumento en favor del cristianismo; entonces los hombres se verán obligados a reconocer que los estudiantes han estado con Jesús y han aprendido de Él.” –Consejos para los Maestros, Padres y Alumnos, pág. 463.

“La influencia natural e inconsciente de una vida santa es el sermón más convincente que pueda predicarse en favor del cristianismo. Los argumentos, aun cuando sean incontestables, pueden provocar tan sólo oposición; mientras que un ejemplo piadoso tiene un poder al cual es imposible resistir completamente.” –Obreros Evangélicos, pág. 60.

c. ¿Qué determinará la magnitud de nuestra influencia cuando tratamos de dar un consejo o advertencia? Eclesiastés 9:17; Filipenses 1:27 (primera parte).

“Las palabras de amor, de ternura y de caridad santifican nuestra influencia sobre los demás.” –Nuestra Elevada Vocación, pág. 177.


Martes 16 de octubre

3. UN HOMBRE INSENSATO Y UNA MUJER SABIA

a. ¿Qué lección práctica podemos aprender al comparar el lenguaje de Nabal con el de Abigail? 1 Samuel 25:2–11, 23–28.

“Con palabras bondadosas [Abigail] procuró calmar los sentimientos irritados de él [David], y le suplicó en favor de su marido. Sin ninguna ostentación ni orgullo, pero llena de sabiduría y del amor de Dios, Abigail reveló la fortaleza de su devoción a su casa. . . .

“La piedad de Abigail, como la fragancia de una flor, se expresaba inconscientemente en su semblante, sus palabras y sus acciones. El Espíritu del Hijo de Dios moraba en su alma. Su palabra, sazonada de gracia, y henchida de bondad y de paz, derramaba una influencia celestial. Impulsos mejores se apoderaron de David, y tembló al pensar en lo que pudiera haber resultado de su propósito temerario. ‘Bienaventurados los pacificadores: Porque ellos serán llamados hijos de Dios’ (Mateo 5:9). ¡Ojalá que hubiera muchas personas como esta mujer de Israel, que suavizaran los sentimientos irritados y sofocaran los impulsos temerarios y evitaran grandes males por medio de palabras impregnadas de una sabiduría serena y bien dirigida!” –Patriarcas y Profetas, págs. 723, 724.

b. Al enfrentarse con la ira, ¿cómo un cristiano puede ser capaz de influir en la conversación? Proverbios 15:1 (primera parte).

“Una vida cristiana consagrada derrama siempre luz, consuelo y paz. Se caracteriza por la pureza, el tino, la sencillez y el deseo de servir a los semejantes. Está dominada por ese amor desinteresado que santifica la influencia. Está henchida del Espíritu de Cristo, y doquiera vaya quien la posee deja una huella de luz. Abigail era sabia para aconsejar y reprender. La ira de David se disipó bajo el poder de su influencia y razonamiento. Quedó convencido de que había tomado un camino malo, y que había perdido el dominio de su propio espíritu.

“Con un corazón humilde recibió la reprensión, en armonía con sus propias palabras: ‘Que el justo me castigue, será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo’ (Salmo 141:5). Le dio las gracias y la bendijo por haberle aconsejado tan rectamente. Son muchos los que, cuando se les reprende, se creen dignos de alabanza si reciben el reproche sin impacientarse; pero ¡cuán pocos aceptan la reprensión con gratitud de corazón, y bendicen a los que tratan de evitarles que sigan un sendero malo!” –Patriarcas y Profetas, págs. 724, 725.


Miércoles 17 de octubre

4. DIOS ME VE

a. ¿Qué clase de conversación será evidente entre los que, por la gracia divina, han aprendido a controlar su lengua? Salmo 37:30.

“‘¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre’ (Santiago 3:13). Mis hermanos y hermanas, ¿cómo empleáis el don de la palabra? ¿Habéis aprendido a controlar la lengua de tal manera que ella siempre obedezca los dictados de una conciencia iluminada y de afectos piadosos? ¿Está libre vuestra conversación de liviandad, orgullo y malicia, engaño e impureza? ¿Estáis sin engaño ante Dios? Las palabras ejercen un gran poder. Si es posible, Satanás mantendrá la lengua activa en su servicio. Por nosotros mismos no podemos controlar a este miembro indócil. Nuestra única esperanza es la gracia divina.

“Los cristianos que ansiosamente estudian cómo pueden asegurarse de la preeminencia debieran más bien estudiar cómo pueden adquirir aquella sabiduría que ‘es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía’ (Versículo 17). Se me ha mostrado que muchos ministros necesitan que estas palabras sean grabadas en su corazón. El creyente dentro del cual Cristo se ha formado como esperanza de gloria mostrará ‘por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.’ ” –Testimonies, tomo 5, pág. 175.

b. A medida que hablamos, ¿Qué impresión habitual ayudará que sigamos los dictados de una conciencia iluminada? Salmo 33:13, 14; Job 34:21.

“Si vives en un plan de adición, añadiendo gracia tras gracia, Dios multiplicará en ti su gracia. Mientras sumas, Dios multiplica. Si abrigas la impresión habitual de que Dios ve y oye todo lo que haces y dices, y lleva un registro fiel de todas tus palabras y acciones, y de que deberás hacer frente a ellas, entonces tratarás de seguir los dictados de una conciencia iluminada y despierta, en todo lo que hagas o digas. Tu lengua será usada para glorificar a Dios, y será una fuente de bendición para ti y para los demás. Pero si te apartas de Dios, como lo has estado haciendo, presta atención, no sea que tu lengua llegue a acumular un mundo de iniquidad, y atraiga sobre ti condenación; porque almas se perderían por tu causa.” –Testimonies, tomo 4, pág. 244.


Jueves 18 de octubre

5. LA PERSUASIÓN

a. ¿Cómo podemos persuadir a otros de aceptar la salvación ofrecida por Cristo? Isaías 26:3.

“La enseñanza de Cristo fue la expresión de una convicción íntima y de la experiencia, y los que aprenden de Él llegan a ser maestros según el orden divino. La Palabra de Dios, pronunciada por aquél que haya sido santificado por ella, tiene un poder vivificador que la hace atrayente para los oyentes, y los convence de que es una realidad viviente. Cuando uno ha recibido la verdad con amor, lo hará manifiesto en la persuasión de sus modales y el tono de su voz. Dará a conocer lo que él mismo oyó, vio y tocó de la Palabra de vida, para que otros tengan comunión con él por el conocimiento de Cristo. Su testimonio, de labios tocados por un tizón ardiente del altar, es verdad para el corazón dispuesto a recibirlo, y santifica el carácter.” –El Deseado de Todas las Gentes, pág. 116.

b. ¿Cómo la norma divina, de elocuencia persuasiva, es diferente de lo que uno podría esperar? 1 Corintios 13:1, 2.

c. ¿Qué requisito previo es necesario antes de que podamos tener un depósito de persuasión? Hechos 24:16; Colosenses 4:6.

“La elocuencia más persuasiva, es la palabra que se habla en amor y simpatía. Tales palabras llevarán luz a las mentes confundidas y esperanza al desanimado, y alumbrarán la perspectiva que tienen por delante. El tiempo en que vivimos exige una energía vital y santificada; pide fervor, celo, y la tierna simpatía y amor; pide palabras que no aumentarán la miseria, sino que inspirarán fe y esperanza. Vamos hacia el hogar, en busca de un país mejor, de un país celestial.” –Nuestra Elevada Vocación, pág. 297.


Viernes 19 de octubre

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL

1. ¿Cómo nuestro lenguaje diario influye sobre nuestro carácter?

2. ¿Qué podemos aprender del talento del habla de Abigail?

3. ¿Cuáles son los requisitos previos de un lenguaje persuasivo?

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